Lo crean o no, el Pontevedra CF también sabe jugar al «otro fútbol». Un fútbol de barro, del que desquicia al rival, del que crea afición y también enemistades. Un fútbol de toda la vida que, por suerte para unos y desgracia para otros, es cada vez más difícil de ver.
La mochila ya pesa menos
El Pontevedra CF logró vencer por 1-0 al Numancia en la jornada aplazada que se disputó este miércoles en el Municipal de Pasarón, pero si buscas una crónica del partido o un análisis de los aspectos tácticos del encuentro, puedes seguir navegando. Vengo a dejar mi opinión de lo que hemos vivido a lo largo de los casi 100 minutos de partido, de cómo lo he vivido particularmente desde Fondo Norte, y de las claves de este Pontevedra de Yago Iglesias.
Al terminar el partido sentí que me quitaba un peso de encima. El ascenso no está hecho ni mucho menos, pero este 19 de marzo de 2025 ha sido el día de, al fin, despegarnos de la pesada losa que cargamos desde aquel Pontevedra – Ourense CF. Esta vez el equipo sí estuvo a la altura, dio un paso al frente y respondió con garra y pasión en un gran escenario, algo que se les demandaba desde hacía tiempo.
La tarea no era para nada fácil. En frente teníamos a todo un Numancia, equipo que quizá ya hemos normalizado tras toda una temporada de lucha en lo más alto, pero que hace «dos días» competía en fútbol profesional, lugar al cual le corresponde volver siempre que no sea a costa del Pontevedra. El equipo de Aitor Calle fue, bajo mi criterio, lo mejor que ha pasado por Pasarón esta temporada (Copa del Rey inclusive, sí).
Una de las cosas que mas me gusta de este Pontevedra de Yago Iglesias es su seña de identidad: fútbol combinativo, someter al rival los 90 minutos, no rifar el balón, etc. Pero hay algo que me gusta todavía más que eso, y es ganar. Quizás ha sido la victoria más fea de la época Iglesias, pero personalmente ya estoy cansado de «derrotas bonitas».
De todo se aprende.
Yo estuve en Pasarón aquel 3 de mayo de 2015 frente al Mensajero. Fuimos dominadores, infinitamente superiores, el rival fue lo más anti-fútbol que vi en mucho tiempo, pero perdimos la eliminatoria. Al igual que perdimos la eliminatoria contra el Getafe este 15 de enero de 2025 en uno de los mejores partidos que jugó el PCF esta temporada contra un primera división. Pero perdimos.
Estos son los dos ejemplos más claros que se me vinieron a la mente, pero en Pasarón llevamos sufriendo ese «otro fútbol» años y años. El Deportivo Aragón de la temporada pasada sería otro claro ejemplo en caso de no haber pasado la eliminatoria. Y cuando te has llevado el mismo palo una, y otra, y otra vez… solo te queda aprender.
Todos y cada uno de los miembros de la plantilla se pusieron el mono de trabajo este miércoles e hicieron lo que tocó hacer: golpear primero y defender el terreno ganado con el cuchillo entre los dientes, renunciando a un estilo gracias al mérito de un Numancia que logró anularnos, y sabiendo jugar nuestras cartas para sumar tres puntos vitales.
Fui el primero en criticar a Bordalás en aquella eliminatoria, pero este miércoles nos tocó «hacer un Getafe». Igor fue un mariscal en defensa, acompañado de un Pelayo que no se arruga en las grandes citas. Edu en portería realizó su particular redención siendo clave para mantener la portería a cero. El centro del campo con Mayo, Yelko y compañía demostró que también saben sudar en defensa a pesar de que el Pontevedra era físicamente inferior al Numancia.
Importancia a lo importante
La vuelta de Dalisson dio ese chispazo en ataque que tanto echábamos en falta, y Rufo salió cuando tenía que hacerlo para aportar su veteranía y sus tablas para acabar de dormir el partido. No hablaré de acciones feas, de polémicas, de fotogramas que muestran un fuera de juego y otros que no. Tampoco comentaré los codazos ni las agresiones simuladas por parte de unos, ni la excesiva presión ejercida desde el banquillo por parte de otros.
Al que le apetezca enredarse en terrenos pantanosos que entre a X o a las RRSS de cierto club numantino, pero personalmente ya estoy cansado de las excusas de unos y de los llantos de otros. Lo de este miércoles era CAPITAL para ambos equipos, y estoy seguro de que la afición visitante firmaría haber ganado 0-1 de la forma en la que venció el Pontevedra.
Y entiendo la rabia del rival, de sus aficionados desplazados y de los que se tuvieron que quedar en casa. La entiendo por que la he vivido en tantas ocasiones que por una vez me ha tocado disfrutar de la otra cara de la moneda. Esto es fútbol, otro día nos tocará la cruz, pero esta ciudad merece una alegría después de tanto tiempo de penurias. Este domingo toca rematar la semana frente al Coruxo. La afición no fallará, estoy seguro de que el PCF tampoco.
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