Campeones de invierno

Tras 17 jornadas disputadas, doce victorias, tres empates y dos derrotas, el Pontevedra CF se proclama campeón de invierno con un total de 39 puntos en su casillero. ¿Qué sensaciones nos deja esto? ¿Son números de campeón de liga? A continuación analizaremos la primera vuelta del conjunto granate, el rendimiento de sus rivales directos y mucho más.

Números de campeón

Temporada 2024/2025, cuarto año de existencia de la 2ª RFEF desde la disolución de la antigua 2ªB. Tres campeones de liga distintos (Pontevedra CF, Arenteiro y Ourense CF). Viendo los números de las dos últimas temporadas, es decir, los años que nosotros no fuimos campeones, nos damos cuenta del mérito y la importancia que tiene resaltar que, en la jornada 17, tengamos 39 puntos.

Hablo de importancia porque el Arenteiro que arrasó en la 22/23 llevaba en este momento 36 puntos, y el Ourense que cosechó el ascenso la pasada campaña con una distancia de cinco puntos sobre nosotros a final de temporada, tenía 35. Solo un equipo no ha logrado el ascenso directo a pesar de llegar como líder al parón invernal: la Unión Adarve.

El caso del Adarve es especialmente llamativo por que, en estas cuatro temporadas, son el equipo con más puntuación al término de la primera vuelta. Con 40 puntos en su casillero, el cuadro madrileño sucumbió a una hecatombe en la segunda fase de la temporada que les privó de cosechar el primer puesto en beneficio de un Pontevedra que culminó la remontada de puntos logrando ascender a 1ºRFEF.

De menos a más

Comparándonos con nosotros mismos, tenemos seis puntos más que la temporada pasada, cuando nos íbamos como segundo clasificado al parón navideño con 33 puntos en nuestro casillero. Los datos son muy importantes, pero las sensaciones lo pueden ser más, y algo fundamental en la presente campaña es que el equipo ha ido evolucionando con el paso de las jornadas, volviéndose más competitivo cada fin de semana y desarrollando una adaptación al medio mudando de esquema cual réptil mudando de piel para seguir creciendo.

Porque las victorias en Pasarón, tanto en liga como en Copa, son importantes, pero los seis triunfos conseguidos como visitantes en nueve partidos, con una sola derrota y la capacidad de adaptarse a cualquier campo, me parece más importante todavía. Parece que el desastre en el Vero Boquete junto a la debacle en Los Pajaritos supusieron un toque de atención más que suficiente para el Pontevedra, que desde aquel momento ganó en todas sus salidas exceptuando el partido en Llanera (0-0).

El punto de inflexión

El equipo lleva trece partidos consecutivos sin perder contando con las eliminatorias coperas. La última derrota ocurrió el seis de octubre en Pasarón frente al Marino de Luanco, partido que supuso, bajo mi criterio, el mayor punto de inflexión de la temporada. Cierto es que todavía era la jornada seis, pero en aquel momento sumábamos 10 puntos de 18 posibles, firmando un arranque liguero en el que las sensaciones eran que el equipo continuaba sumido en la mala dinámica del final de la temporada pasada.

Yo mismo pensé para mis adentros que habíamos tocado fondo cuando todavía estábamos arrancando. Los fantasmas del partido contra el Ourense CF, del play off contra el Betis B, y en resumen, del no ascenso de la pasada campaña, comenzaban a apoderarse del entorno del Pontevedra CF. Pero no de los jugadores, ni tampoco de Yago Iglesias. Los actores principales del juego, quienes lidian con la presión que arrastran desde el play off, demostraron (y demuestran) que la semilla estaba plantada y que, tarde o temprano, comenzaría a florecer.

Esto no significa que estemos ascendidos en enero, ni que vayamos a hacerlo en mayo. No hemos conseguido nada todavía, pero estamos dando los pasos adecuados para hacerlo. Sin un once inicial estático, con hasta quince jugadores que pueden ser titulares en cualquier momento, con un Dalisson de Almeida que lidera el proyecto a sus 24 años… Tenemos los ingredientes para cosechar el ascenso de categoría, para seguir dando continuidad al proyecto Yago Iglesias con una plantilla que cree en su idea, y una masa social que, basada en los dos mil de siempre, comienza a crecer gracias a la magia de la Copa del Rey.

Un mes decisivo

Es momento de respirar aliviados. Somos líderes en solitario, el equipo más en forma de la competición y disputaremos una gran eliminatoria de dieciseisavos de final de Copa del Rey en apenas unos días. Sin embargo, también debemos saber el mes de enero que tenemos por delante y cómo puede marcar el devenir de la competición liguera.

El 3 de enero nos visita el RCD Mallorca en un partido donde la exigencia al equipo debe ser mínima. Pasarón tiene que ser una fiesta y el aficionado debe comprender que ya nos hemos cargado al Levante y al Villarreal. Tenemos opciones, y muchas, de repetir gesta contra el cuadro balear, pero bajo ningún concepto se le podrá reprochar nada al equipo ni al cuerpo técnico al término de los noventa minutos, sea cual sea el resultado.

Lo importante comienza después con una exigente visita al Valladolid Promesas. Los pucelanos ocupan puestos de play off y ya nos pusieron contra las cuerdas en Pasarón. Bajo mi punto de vista, puntuar en esa salida es obligatorio, ganar sería ideal para afrontar los dos partidos que disputaremos en A Boa Vila de forma consecutiva después de dicho choque.

SD Compostela y Numancia. Un punto de seis posibles contra ellos en la primera vuelta. En cuanto al conjunto picheleiro, poco importa la situación en la que lleguen al encuentro. Los partidos entre Pontevedra y Compos me recuerdan al Madrid – FC Barcelona: podemos llegar en dinámicas opuestas, que la intensidad no se negociará por parte de ningún bando. Partido de máxima exigencia.

Del partido frente al Numancia, poco se puede decir. Quedará mucha competición por delante, pero si llegamos al encuentro con los deberes hechos, tendremos la oportunidad de asestar una puñalada vital al conjunto de Soria en la lucha por el ascenso directo. De momento, disfrutemos de las navidades como líderes, y del próximo partido de Copa del Rey. Hai Que Roelo!